La Verdad y la Vida (2ª parte)
¿Cuál es el límite entre lo verdadero y lo falso si se ha aceptado cualquier conducta por aparentemente heterodoxa que sea? Si el arte/la verdad encumbra lo diferente, lo anormal, lo transgresor, lo exótico, lo que repugna a un supuesto canon, ¿dónde está el canon? ¿Pone los límites al nuevo canon el escándalo del otro? Si todo es arte, nada es arte. Si todo es verdadero, nada lo es. Esto seguro que lo ha dicho alguien antes, pero ahora mismo no caigo (perdón por la incultura; los maestrillos apocalípticos olvidan que antes de la LOGSE también surgíamos bachilleres con enormes lagunas). Volviendo al hilo del hilo, creo que el problema principal es el lenguaje: ¿de qué verdad hablan los que (sí, te estoy señalando a ti) se refieren a las mentiras/falsificaciones de la televisión? ¿Qué es (¡tachaaannnn!) la Verdad? Aludir a grados sólo vale si ponemos el cero en algún sitio. Creo que si el cero es la opinión personal, esa otra loca de la casa, nos hemos quedado sin Verdad. Lo mismo podemos vivir sin Verdad, como hemos aprendido a vivir sin picón. ¡Viva la electricidad!.
7 Comments:
Quizá lo que han desaparecido son las verdades absolutas. Es tan fácil mentir... Por ejemplo, el picón aún se usa. ¿Cuántos artistas han intentado vendernos una moto que aún no poseen?
En cuanto a la televisión, parece que, por el momento, debería haber especificado informativos televisivos. O creíste que lo del chapapote no era para tanto como nos mostraban algunos informativos peperianos. ¿Qué podemos pensar de lo que no nos muestran? En otro momento haré extensible la deformación televisiva a toda la parrilla.
Y por si se lo ha parecido, señor Montero, no padezco ningún tipo de alergia, por tanto tampoco televisiva. Le recuerdo que provocan pruritos, y éstos, a veces, supuran.
Supuse que llamarte "señor Montero" te hacía ver que tenía el corazón en la carcajada. ¡"Trastos a la cabeza"!. Por favor...
Vamos, señores, haya paz.
Cuando se habla de Verdad y de canon, ¿quién es capaz de desvelarlos? ¿El experto? ¿El mercado? Las falsificaciones que Vanon Meegeren hizo de Vermeer formaron durante un tiempo parte del canon, hasta que un azar hizo que fueran descubiertas. La cuestión, creo, no es afirmar que existen verdades y mentiras, sino averiguar cuántas falsedades forman una verdad.
No sé de dónde ha salido el dichoso Vanon; es Van Meegeren, cuya increíble historia contaré uno de estos días.
La Verdad existe, a mí no me cabe duda.
Y perdonen la autorreferencia, pero no consideren que es simple vanidad, es que he considerado que la conversación que generó les podría resultar de interés.
Un saludo.
Es un excelente proyecto, los felicito. Estoy totalmente segura de que 5guineas será todo un éxito.
Ya lo hice, Jairo.
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