domingo, febrero 26, 2006

La Verdad y la Vida

Envidio a los yanquis. Ellos no tienen Ministerio ni Consejería de Cultura. Por lo tanto, son más peligrosos. Unos jóvenes airados están presionando a las autoridades pertinentes para que se difunda y explique en los colegios norteamericanos la Teoría de la Creación del Mundo por parte del Señor de los Fideos, un ente superior cuyo cuerpo está formado por filamentos de este tipo de pasta. El movimiento pastafari se ha defendido de las persecuciones a que se ve sometida su fe, la “First United Church of the Flying Spaghetti Monster”, y se han topado con la extraña resistencia y una incomprensible falta de colaboración por parte de sus hermanas cristianas. Su profeta, Bobby Henderson, tocado por “el apéndice tallarinesco del Señor”, solo quiere que se conozca Su Verdad Revelada y que se abra un camino humano y humanista junto a la destemplada senda darviniana. Añado yo que me parece especialmente acertada por su carácter comercial la alusión a las raíces míticas del universo italoamericano. Imaginen a Dios con cuerpo de pringá de berzas o cocido maragato. Auto Sacramental en un solo acto. (Se levanta el telón. Aparece una cara en éxtasis carmelita. Susurra): -Ummm, pomodoro… Jairo Montero. La imagen está tomada de www.venganza.org.

sábado, febrero 25, 2006

El buscapié

Con grandísimo deseo he vivido, discreta y hermosa señora mía, de saber cómo os habéis hallado con la verdad, y lo que della os ha parecido. Que pues de oídas la teníades tanta afición, de creer es que habrá hecho en vos diferente operación la vista, trato y comunicación que con ella habéis tenido, y que os habrá movido a compasión y lástima ver la persecución que del todo el mundo ha tenido, y cuán esfavorecida y maltratada se ha la pobre verdad visto, sin hallar cabida ni cogimiento en nadie. Selanio en Las semanas del jardín, atribuida a Miguel de Cervantes. Entre las numerosas obras que en algún momento han sido atribuidas a Cervantes, la crítica especializada ha salvado de su pira particular a aquellas que por su interés literario han permitido forzar la atribución cervantina. Si seguimos al hispanista Daniel Eisenberg, Las semanas del jardín pertenecería a este grupo, y añade a su vez el peso negativo que supuso para autentificar el apócrifo la semblanza de su primer editor el erudito gaditano Adolfo de Castro, considerado el gran falsario de las letras hispánicas al sostener durante toda su vida la autenticidad de una obra que explicaría de la primera parte del Quijote su mucha y excelente doctrina así como todas aquellas cosas escondidas y no declaradas en el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Esta obra es El buscapié. En estos días, la Diputación de Cádiz ha presentado la edición facsímil de este último texto citado, con estudio introductorio de los profesores Alberto Romero y Yolanda Vallejo, y presentado por Francisco Rico, que, además de enjuiciarlo, explica bien la osadía de Castro: El Buscapié de don Adolfo de Castro es una superchería no sé si al cuadrado, al cubo o de ida y vuelta: falsifica un impreso del siglo XVIII, que a su vez, de haber existido (que no existió), sería la falsificación de un librillo de Cervantes publicado anónimo. Para acreditar la autenticidad de su propia falsificación, Castro defiende la existencia del apócrifo setecentista, dando a entender que era una falsificación del opúsculo cervantino que él estaba falsificando. Como es sabido y se puede apreciar, los conceptos de autoría y originalidad con los que se ha operado en occidente desde el renacimiento hasta la actualidad son prácticamente los mismos, si bien la crisis moderna del individualismo, las vanguardias artísticas, la muerte del autor con el nacimiento del lector de Barthes y ahora las nuevas tecnologías con el fenómeno de la creación colectiva han puesto en tela de juicio dichos conceptos como relación unívoca entre obra y creador. Al final, la tecnología nos devuelve a la edad media. Avellaneda en el XVII, Adolfo de Castro en el XIX o Hans Anthonius Van Meegeren en el XX se ven ante la misma acusación, la de falsarios suplantadores de un autor. En Fraude de Orson Welles, una de las obras cinematográficas que analizaremos en el primer número de 5 guineas, el cineasta se compara con dos de sus protagonistas, el pintor Elmyr de Hory y el escritor Clifford Irving, y, tras una cámara que imputa tan sólo por momentos, Welles no pone en tela de juicio las obras en sí, sino el propio arte en cuanto a falacia de la realidad (los cineastas siempre se han jactado en definir el cine como el arte de la mentira). De los que aquí he citado, tan sólo Irving y Adolfo de Castro mantienen hasta el final de sus días la mentira. Pero, ¿qué es lo que querían salvar? ¿las obras...? ¿el prestigio como erudito en el caso de Castro? ¿en el de Irving simplemente la libertad? Y además..., ¿no es lo falso no sólo real sino también verdadero? ¿no es la mentira otra verdad y la verdad de uno embuste para otros? José Luis Bueno.

viernes, febrero 24, 2006

Wilmer

La última vez que la miré, esta foto estaba entera y Eddi montaba sobre su moto, a mi lado, lo juro. Yo no creo que el futuro le pese al pasado, pero el hecho de que yo no lo crea parece no importarle a ninguno de los dos; unos cuantos malentendidos me han ido distanciando de Eddi, y es cierto que aquel verano loco nunca volvió a repetirse. A Nicki, la chica que nos hizo la foto, la compartimos esa noche; “la primera vez quiero que sea algo especial” nos dijo a Eddi y a mí, y siempre que miro la foto recuerdo la suave mitad de Nicki que me correspondió. Parece que ésta es una historia de mitades que quieren ser completas y todos a los que les falta una esquina. Eddi comenzó a negar pronto ese reparto de la guapa Nicki y, ante mi estupor, me tildaba de loco y alucinado y perverso cada vez que tocaba contar el episodio. Aseguraba ser el único de los dos que se benefició a la sirena y tanta insistencia ha debido rendir. Ahora que la observo de nuevo me doy cuenta de que Eddi nunca estuvo en la foto; lo que no sé es quién habrá arrancado su esquina. Mario Gómez

jueves, febrero 23, 2006

Imposturas

Y ya que en el primer número de 5 guineas vamos a tratar el tema de la falsificación, leo la crítica que Alejandro Gándara hace de Imposturas, la novela de John Banville, y veo que se queda en lo previsible (¡cuántas imposturas me rodean!, basta ojear un suplemento cultural para darse cuenta...; cosas así). Leí en los comentarios alguna respuesta que apuntaba a lo mismo: la impostura está en nosotros, todos somos impostores; pero eran demasiado vehementes, lo que en cierta forma contradecía el mensaje. Ese modo de darse golpes de pecho a la hora de reconocerse falso me hace sospechar que no se trata sino de otra manera de exclamarse auténtico. Creo que hay cosas que hay que decir como si no se dijeran; cosas que es mejor callar diciéndolas. Quien se sabe falso se sabe también inevitable: hay una fibra de falsedad que nos compone y frente a la que tratamos de desviar la mirada con vergüenza y piedad. Es un secreto de familia.
El título original de Imposturas es Schroud, sudario. Mucho mejor. Esa evocación de algo que ha sido limpio y que ahora está mancillado, corrompido, pestilente. Como el viejo cuerpo de Vander. Banville hace referencia al Santo Sudario, también falso pero auténtico en su falsedad o, tal vez, indiferente en su falsedad.
El artículo de Gándara está en:
Mario Gómez

Remordimiento en traje de noche

En los últimos años había llegado a ser aquel hombre gris que pasea por la calle de niebla. Sí, Plácido era de esos a los que les gustaba pasear y hacer paseo de todas las regiones de su propia vida. Y siempre lo hacía. Por eso, mientras posaba aquella mañana, ante el ojo de la cámara, se sintió virtuoso, y por una vez, sentado, reflexionó sobre la posibilidad de cambiar el curso de sus pasos, que, últimamente, tantos pesares le habían traído. Era el remordimiento en traje de noche. Pero sonreía. O lo creía. Porque tras el flash se despojó para siempre de sus viejas lentes, terminó de desatar algunos dogmas juveniles de los que hizo traje y bandera, y, altivo, confió en que había comprendido algo de lo que le pasaba. Fue entonces cuando se levantó, y se preguntó si avanzaba. Sin saberlo, ante la duda, moría. Sólo luego, cuando miró y no se reflejó, vio que no lloraba. Y que por él lo hacían. José Luis Bueno.

miércoles, febrero 22, 2006

Imágenes de 5 guineas

¿Qué es eso del fotorrelato?

Como habéis visto, en el artículo anterior hemos presentado un ejemplo de lo que queremos hacer con los fotorrelatos. En este caso hemos subido una foto de Look at me y le hemos añadido su narración. Podéis escuchar la versión podcasting aquí con Odeo. Un saludo, Francisco Herrera

Hanuká 1951

Estos son mi tío Adam, mi tía Esther y la abuela en el pisito de Chamartin, cuando éramos la única familia judía que yo conocía en todo Madrid y, quizá por eso, teníamos que mantenerlo en secreto, no fuera que el amoroso poseedor del brazo incorrupto de Teresa de Jesús se enterara y nos mandara al Valle de los Caídos con los otros (masones, rojos y separatistas). Lo que probablemente no sabía el generalito es que Teresa también era de los nuestros, pero disimulaba. En la menorá, aunque aquí no aparezca, ya ardían las ocho velas rituales para la reconsagración del Templo de Jerusalén, como hizo primero Judas Macabeo y después hicieron millones de los nuestros. Pero en este 25 de Kislev la suerte no estaba de parte de mi familia. Por un descuido las velas contagiaron su llama a las cortinas del balcón y de ahí a los muebles más cercanos. Alguien tuvo tiempo para dar la voz de alarma pero en el incendio sucumbieron las corbatas de mi tío Adam, la salud mental de mi tía Esther y la sonrisa postiza de la abuela. Todo como en un renovado auto de fe en pleno siglo XX. Francisco Herrera

Secciones de 5guineas

Para ir aclarando la cuestión, por ahora hemos dispuesto tres secciones fijas en 5guineas: Un cuadernillo central de carácter monográfico, que en este primer número tratará el tema de las falsificaciones y las mentiras. Una sección de pequeños cuentos o micorrelatos y que hemos bautizado con el poco original nombre de El dinosaurio ya no estaba allí. Una sección de fotorrelatos en los que los autores proponen una narración sobre una foto y que no debe exceder del tamaño de la misma. Iremos poniendo ejemplos de cada una, como ya hemos hecho con los microrrelatos o pensamientos dispersos de El Garbanzo Negro. Un saludo, Francisco Herrera

martes, febrero 21, 2006

Microrrelatos en 5 guineas

Una de las secciones que queremos incluir en 5 guineas será la de microrrelatos, pequeñas narraciones que no pasen de las veinte líneas.Esperamos vuestras colaboraciones. Os dejamos aquí algunos ejemplos de El Garbanzo Negro y sus días especiales... Día internacional del contagio: Es ese día que te das cuenta que cuando sales a la calle ves como todos los vecinos han puesto el mismo toldo verde que tú en los balcones. Cuando aparcas el coche para ir al trabajo en un lugar que no había nadie, al momento aparece una fila de vehículos detrás del tuyo. También te das cuenta que todos lucen una pulsera magnética como la que tú te compraste. Y así hasta el infinito. Día internacional del hombre del metro: Primero fueron los metrosexuales, después los metroemocionales, llegarán los metropasionales. Pero habría que poner de moda al hombre del metro, al que viaja en metro digo. Ya está bien de tanto superhéroe y tanto fantasma. Muchas gracias, Paco.

Falsificaciones, mentiras y otras falsedades

El dossier central del primer número de 5 guineas que saldrá el 14 de abril, estará dedicado al siguiente tema: Falsificaciones, mentiras y otras falsedades. Poco a poco irás descubriendo que los orígenes de 5 guineas son un poco Wellesianos. Y es que, cuando éste que escribe, que no soy yo, sino que es él, vio por primera vez Fraude, comprendió algo mejor al charlatán que la fingió, Orson Welles, y desde entonces intenta recomponer los pilares que sostenían su concepto de autor, creación y originalidad, que deben andar allá por la catedral de Chartres. José Luis Bueno.

5 guineas es...

5 guineas es una revista cultural, temática, que a través de este blog paralelo pretende crear un espacio común para la reflexión, el intercambio de ideas y el debate sosegado entre articulistas, lectores y colaboradores. 5 guineas es una revista trimestral, que en cada número anunciará el tema a tratar en el siguiente para ofrecer así a nuestros lectores-colaboradores la posibilidad de preparar durante tres meses sus artículos. No todos los artículos tienen que estar ceñidos al tema propuesto que ocupará el dossier central, pero sí deberán superar las 500 palabras y no exceder de las 1.500. 5 guineas es una revista estructurada en secciones fijas y variables. Entre las primeras habrá siempre un espacio para la literatura, el cine, la música y la creación artística, que en principio se dedica a los microrrelatos y lleva por nombre El dinosaurio ya no estaba allí. Bienvenido a 5 guineas, el valor de una historia inmortal.

lunes, febrero 20, 2006

Mensaje de bienvenida

A todos los que lleguéis aquí, paciencia, que estamos trasladando los mensajes de 5guineas a esta dirección. Muchas gracias.