martes, abril 25, 2006

Las nubes.

Reconstrucción de un fragmento de una comedia de Aristófanes, posiblemente Las nubes II: The Revenge, que estaba escrito por detrás del manuscrito de El Evangelio de Judas recién descubierto. Traducción y notas de Jairo Montero. [Se abre el telón. De pronto, tenemos la certeza de que somos monstruos sin fe ni moral. Entran dos personajes declamando con aire cómico]. Moneo: -¿Te gustaría, oh discípulo, deslomarte acarreando piedras para construir una catedral o perder la vista ilustrando un libro de horas? Lisias: -Sólo si aparece mi nombre, maestro, si puedo demostrar a los demás que yo estuve allí. [Enseña un moderno cartel de película, de esos que incluyen en letras muy pequeñas, ilegibles sin lupa, hasta el nombre del maquillador y del bar donde comían los carpinteros]. Moneo: -¿Qué es la verdad de ser artista frente a la realidad de la obra de arte terminada? Lisias: -¿Y dónde está esa obra? Moneo: -Es ese cubo lleno de pieles de plátano. Se llama “Perfil de márgenes”. Es un artefacto. Yo mismo me comí los plátanos y llené el cubo. También es una declaración de intenciones. Expreso mi incapacidad para comprender la trascendencia del ser humano. Sólo me falta que un número de personas a las que llamamos mundo del arte le confiera el estatus de candidato para la apreciación. Lisias: -¿Y si yo lleno un cubo de pieles de plátano? Moneo: -[Gritando indignado] ¡Falsificador despreciable! Tú, incapaz de hacer una declaración por tus medios, sólo lo aparentas. Yo mismo te denunciaré a esas personas y no te conferirán siquiera el estatus de candidato. Lisias: -¡Oh terrible venganza, deberé entonces opositar! Bueno, ¿y si yo, Lisias, hijo de Antípatro, proclamo que tu cubo no me da frío ni calor? Moneo: -[Con sonrisa de suficiencia] Iluso. No es fundamental mientras que el número de ciudadanos autorizados que piensen lo mismo no sea muy grande. Y ya le han hecho una foto a mi cubo para Babelia. Lisias: -Oh, Moneo, reconozco tu superioridad. ¿Me permitirás ser tu epígono? Moneo: -[Riéndose] ¿Y qué pensabas, bribonzuelo? Ya te he comprado cuatro hermosas chirimoyas para que fabriques tu obra. Y para mí mismo, una resma de papel que llenaré de sentidos poemas. Lisias: -¿Y cómo evitarás, maestro, que muerdan tus versos? Moneo: -Carecen de argumento. Mis versos no significan nada así que nadie puede objetar mi moral ni mis temas. No los escribo de acuerdo a los pies clásicos, así que Critias no podrá decir que suenan como los de un paflagonio. Mi poesía se basa en un mundo personal e íntimo y se muestra profundamente renovadora de la lengua literaria. Podrán no gustar, pero ¿quién será tan osado que los desautorice completamente? Sería como alardear de que su gusto es superior al mío y eso no es algo que deba hacer un ateniense. Lisias: -Oh, ciudadano, dos veces insigne. Deja que me postre a tus pies.

jueves, abril 20, 2006

Secretos y cuchillos

Leo un viejo artículo de Vila Matas sobre la soledad buscada por el artista. Esta liturgia del secreto que tanto se está extendiendo, y en la que solemos incurrir por aquí, debe ser síntoma de algo. Parte de la modernidad coincide con la Edad Media en que el nombre del artista no importa (en la otra parte no sólo importa su nombre sino también sus apellidos, su voz, su risa, su salón, su voto, su ropa interior, su cara y su cuerpo). Este nuevo artista secreto parece muy consciente de su propia disolución: él escribe para estar fuera de lo que escribe o pinta para dejar constancia de que es tan ciego como todos. Sólo se diferencia por su pericia y fluidez, por su don de decir y expresar; pero a eso parece no otorgarle demasiada importancia. Este tipo de artista es una especie de artesano de su disgregado yo. Si anhela una distinción es la de no distinguirse. ¿Se tratará de otra pose? La pregunta no es retórica, aunque sospecho que el mercado debe estar ya afilando los cuchillos. Mario Gómez

martes, abril 18, 2006

Escritores de blog que no saben que lo son

Yo no sé si el blog llegará algún día a convertirse en un género literario. Por el momento los ejemplos de escritores que se hayan lanzado a la piscina de la blogosfera son pocos. Sin embargo, la opción del cuaderno de bitácora en papel, el clásico diario de autor, sí que se ha erigido ya como una de las opciones más fructíferas de la prosa actual. El gran maestro hispánico en esas lides es sin duda Sergio Pitol. El blog avant la lettre literario se caracteriza sobre todo por una pasión desmedida (aunque perfectamente compartida por sus lectores) por el acto de leer. El mismo Pitol nos lo explica: Si de algo puedo estar seguro es de que la literatura y sólo la literatura ha sido el hilo que ha dado unidad a mi vida. Pienso ahora a mis setenta años que he vivido para leer; como una derivación de ese ejercicio permanente llegué a ser escritor (El mago de Viena). ¿Qué otra cosa es sino un cuaderno de bitácora sui generis el Bartleby y cía de Enrique Vila-Matas o muchas de las obras de Alberto Manguel? Francisco Herrera LaLetraSinSangre

sábado, abril 15, 2006

Persona

El ritmo de mis películas lo concibo en el guión, en el escritorio, y nace ante la cámara. La improvisación en cualquiera de sus formas me es ajena. Si alguna vez me veo obligado a tomar una decisión improvisada, el miedo me hace sudar y me paraliza. El hacer cine es para mí una ilusión planeada con todo detalle, el reflejo de una realidad que, cuanto mayor me voy haciendo, me parece cada vez más ilusoria. Cuando el cine no es documento, es sueño. Por eso Tarkovsky es el más grande de todos. Se mueve con una naturalidad absoluta en el espacio de los sueños; él no explica, y además ¿qué iba a explicar? Es un visionario que ha conseguido poner en escena sus visiones en el más pesado, pero también en el más solícito, de todos los medios. Yo me he pasado la vida golpeando a la puerta de ese espacio donde él se mueve como pez en el agua. Sólo alguna vez he conseguido penetrar en él furtivamente. La mayoría de mis esfuerzos más conscientes han terminado en penosos fracasos. Fellini, Kurosawa y Buñuel se mueven en los mismos barrios que Tarkovsky. Antonioni iba por ese camino, pero se mató, ahogado en su propio aburrimiento. Méliès estuvo siempre allí sin pararse a reflexionar en ello. Es que él era mago de profesión. Ingmar Bergman. Linterna mágica.

viernes, abril 14, 2006

Revista 5guineas

El primer número de la revista 5guineas saldrá definitivamente en los primeros días del mes de mayo. Estamos en proceso de maquetación.

miércoles, abril 12, 2006

Naturaleza caída

Antes de la caída, dice san Agustín, todos los movimientos del cuerpo estaban regidos por el alma, que se nutre de la esencia de Dios. Por tanto, si ahora nos encontramos a merced de caprichosos movimientos de partes del cuerpo, es consecuencia de una naturaleza caída, apartada de la divinidad. Hombre lento, J.M.Coetze.
Por lo que he podido saber, hasta el día de su muerte en 1929, la pinga del negro gozó como una cotizada obra de arte expuesta al disfrute de negras, blancas, mulatas, solteras, viudas y casadas de toda condición que corrieron aquellos años por el 14 de la neoyorquina calle Chambers -algunas de ellas, todavía en vida, son mis verdaderas cronistas-. La creciente popularidad del desarrollo sostenible de la pinga en aquel año de crisis económica hizo de él un fenómeno de cierto interés social, y sus poderes estuvieron en boca de acalorados comentarios en garitos clandestinos, donde se discutía si era ostentado con elegancia y sin presunción. Por esto, aquella noche, aunque los pocos a los que la policía permitió ver el cadáver se fijaron bien en el negro pene del negro, a nadie le llamó la atención que éste estuviera visible. Como si ese fuera su estado natural. Sin embargo, no sería hasta 1984 cuando saltó el escándalo. Con motivo de la venta de la antigua central de la policía neoyorquina, numerosos archivos fueron arrojados al East River, donde apareció por primera vez la fotografía acompañada de la autopsia del cadáver. Muerte por envenenamiento (lo constata la hinchazón de su vientre) de un hombre negro al que posteriormente le ha sido mutilado el pene. Entre el momento de la fotografía y su autopsia alguien se adueñó del preciado objeto. En aquel momento no se pudo hacer más que apuntar a la corrupción policial. Pero lo que nunca nadie imaginaría es que muchos años después el miembro, en perfecto estado de conservación, iba a ser reconocido en España por una nostálgica anciana norteamericana entre las obras de arte incautadas a Eric el belga. Flotando en un líquido viscoso mantiene un leve movimiento pendular que parece ser añoranza de un tiempo pasado mejor. A su lado, una falsa pero viva imagen de un reflexivo san Agustín lo observa. El problema que ahora se plantea es sobre el lugar que ocupará, si debe ser expuesta o no. Nuestras autoridades han elegido este blog para recoger algunas sugerencias. ¿Se os ocurre algo?

viernes, abril 07, 2006

No title, no date

Este hombre tan sólo escribió unos pocos versos y la primera palabra de un relato; perdón, quiso pensar que una vez lo hizo. Durante toda su vida se preparó para escribir pero ¿alguien ha contado el número de rostros que hay que mirar, el número de miradas que cada rostro exige?; sabiamente, postergó la escritura. Se consideró escritor allá en la niñez y vivió como escritor, y no sé si alguna vez alcanzó a preguntarse si con eso sería suficiente. Paseó como escritor secreto, tan secreto que una noche, al darse la vuelta en la cama, decidió pensar que él mismo desconocía que lo era. Y es que cansado de mirar rostros, empezaba a buscar consuelo en la sorpresa de descubrirse a si mismo. Tampoco aquella tarde, debajo del árbol, absorto, dejó de pensar en su hermosa vida secreta, en su futura hermosa vida secreta, en la futura hermosa vida secreta que había sido su vida. Mario Gómez

lunes, abril 03, 2006

El cine documental: Tabú

En Nanook el esquimal (1922), considerado primer documental de la historia del cine, Robert J. Flaherty utiliza el ciclo de un día en la vida de una familia esquimal para dar un sentido a su película, una estructura. Por lo demás, es el de Flaherty un arte que quiere prescindir de intermediarios entre la realidad, que ha sido cuidadosamente seleccionada, y su representación, con el fin de elaborar un documento que recoja un modo de vida exótico en el que se ha inmiscuido por un tiempo. En Tabú (1929-31) de Murnau, el desarrollo de un melodrama de tema universal y la inclusión de actores profesionales provocaron que Flaherty finalmente abandonara el proyecto. Sin embargo, lo mejor de esta película para mí es el discurrir de la vida misma en cada plano, la inocencia de los indígenas, sus cuerpos, la naturaleza, la luz, la vuelta a un expresionismo de sombras así como la fascinación y el afecto en la mirada del cineasta hacia los polinesios. Podría decirse que hay una búsqueda de la materia cinematográfica en la realidad. A la vez, el ritmo y la continuidad conseguidos en el montaje son difícilmente alcanzables. Los rótulos apenas aparecen y cuando lo hacen forman parte de la narración en forma de carta o de documento. Esta continuidad, en Nanook es fragmentación y abuso del texto. De las películas que he visto de F.W. Murnau, Tabú es la que más me ha gustado. Tanto en las secuencias documentales del comienzo como en la historia de los amores imposibles entre los jóvenes Reri y Matahi que se va imponiendo, hay momentos poéticos excepcionales, frescos, que parecen casi extraídos de las vivencias del director. Es ésta una manera de entender el cine en los orígenes del documental que si ha llegado a la actualidad es a través de cineastas como Guerín, Erice, Kiarostami, Tarkovsky o Nani Moretti. También ellos han trabajado en algún momento con actores no profesionales, vivencias y espacios reales, la propia materia objeto de representación. Y con desigual fortuna. José Luis Bueno.